lunes, 24 de septiembre de 2018



LA HISTORIA DE LA CIRUGÍA DE LA CATARATA DE OJO
ES UN EJEMPLO DE LA EVOLUCIÓN DE LA CIENCIA Y LA HUMANIDAD. parte 2



En la primera parte platicamos sobre cómo desde la época de Hipócrates, de los Aztecas y Mayas, se trataban la ceguera por catarata del ojo. Veíamos que en el siglo pasado se retiraba la catarata en su totalidad, a través de una herida muy grande en el ojo, por lo que la recuperación postoperatoria era muy lenta, además después de la cirugía el paciente necesitaba unos lentes muy gruesos, para poder compensar las 21 dioptrías que se quitan al retirar el cristalino.
En este capítulo hablaremos de la llegada de los lentes intraoculares. 
Fue Gracias a la segunda guerra mundial que se inventaron estos. 
Durante esta guerra, los vidrios de los aviones eran de un material acrílico, duro que se llama polimetilmetacrilato. Pues a muchos aviadores se les enterraban astillas de este material, dándose cuenta que estas no causaban inflamación, ni otra reacción dentro del cuerpoPor esto se pensó en hacer lentes con este material que es inocuo para el organismo. 
Al inicio fueron lentes de contacto, pero después se hicieron los tan ansiados lentes intraoculares. Con esto se logró ayudar a muchos pacientes para mejorar su calidad de vida. Pero también nos enfrentamos a muchos problemas que antes no imaginábamos.
Lo primero que se hizo, fue ponerles un lente de 21 dioptrías a todos los pacientes, sustituyendo el poder del cristalino. Pero algunos de estos pacientes eran miopes o hipermétropes desde jóvenes, por lo que con frecuencia estos requerían de lentes después de su cirugía y algunos eran lentes muy gruesos
Fue cuando buscamos poner el lente adecuado a la graduación de cada paciente. Pero ¿cómo saber que poder de lente intraocular requiere cada paciente?
Bueno pues ideamos un aparato de ultrasonido, como el que usamos para ver a los bebes dentro del abdomen de la mamá, que nos permite medir el tamaño anteroposterior del ojo, así como medir el poder dióptrico de la córnea. Cuando se tiene estos 2 valores y por medio de unas fórmulas, podemos saber ¿cual es el poder del lente intraocular que necesitamos, para que el paciente vea bien, sin necesidad de lentes, después de la cirugía?
Otro problema al que nos enfrentamos con el advenimiento de los lentes intraoculares fue que, solo podíamos colocar el lente intraocular por delante del iris, pues al retirar todo el cristalino, la única estructura del ojo que podía sostener el lente intraocular era este.
Eso sonaba buena idea, lo malo es que con los movimientos oculares, el lente intraocular vibra y estas vibraciones afectan con el tiempo a la córnea, haciendo que el paciente vuelva a perder su visión, obligando a un trasplante de la córnea.
Ahora bien ¿Cómo alejar el lente de la córnea?
Bueno lo que se hace es que, no se retira el cristalino completo, ahora se rompe la cápsula anterior, que es como la cáscara del cristalino, y se extrae únicamente el núcleo, dejando así la cápsula posterior íntegra y en su lugar. Finalmente tenemos un lugar donde poner el lente intraocular por detrás del iris, alejado de la córnea, en la cápsula posterior del cristalino, evitando que sus vibraciones afecten a esta.
Por fin, los oftalmólogos le ganamos a la enfermedad.

Pero la ciencia no se quedo conforme.  Resulta que la recuperación completa de la visión tardaba 45 días aproximadamente. Esto era principalmente por el tamaño de la herida, que se requería para extraer el núcleo del cristalino. Si queríamos que el paciente se recuperara mas rápido, debíamos reducir el tamaño de la herida.
Entonces se ideó un método que ya se había intentado con anterioridad. Este método consiste en introducir una punta de 3 mm de diámetro, que tiene la posibilidad de moverse a gran velocidad, haciendo que la catarata se emulsione y se deshaga en pedacitos, de esta manera podíamos aspirarla y extraerla por esta pequeña herida. Pero al aspirarla, el espacio intraocular se perdería, por lo que al mismo tiempo inyectamos agua a este espacio, para que se mantenga con sus estructuras y tejidos en su lugar, evitando que el ojo se colapse. 
Bueno ya podíamos extraer la catarata por una herida de 3 mm, hay que aclarar que el diámetro de la catarata es de 11 mm. 
Pero ahora los lentes intraoculares que eran de 6 mm de diámetro, nos obligaban a abrir la herida hasta esa misma medida, perdiendo entonces las ventajas de la herida pequeña. 
¿Que hacer? Pues lo que se invento fueron lentes de un material plegable, pero que también recuperan su forma original al soltarlo. 
Los materiales que se usaron fueron 2. 
Uno de silicón, que dio algunos problemas, por lo que ahora ya casi no se usa.
Otro de acrílico plegable, que podemos enrollar como taquito y con ello introducirlo por la misma herida de 3 mm o menos.
Fue todo un esfuerzo pero se logro que herida fuera de 3 mm o menos, con lo que la recuperación es de 1 o 2 días, en lugar de 45 que era antes. Hasta aquí vamos muy bien.
Pero la inquietud continua, pues algunos pacientes tienen astigmatismo, esto es que la graduación de la cornea no es igual en todos sus ejes. 
Hasta este momento del relato, los lentes intraoculares se adaptan a la graduación de la miopía o hipermetropía del paciente, pero no a su astigmatismo, por lo que si que sufren de astigmatismo seguirán requiriendo de lentes, independientemente de haber corregido su miopía o hipermetropía. 
Se buscó entonces cómo ayudar a estos pacientes. Lo que se hizo fueron lentes intraoculares tóricos. Estos tiene diferentes graduaciones en sus ejes vertical y horizontal, logrando al colocarlos en forma correcta, compensar su graduación astigmática. 
Bueno pues muchos de los problemas visuales que tenemos, los podemos solucionar con la cirugía de la catarata.
Ya la oftalmología se merece un aplauso, todo lo que ha logrado. Inicia con un paciente ciego y hasta este momento del relato, gracias a la cirugía de la catarata,  queda viendo prácticamente sin graduación. Es más, muchos de los pacientes que operamos, siendo jóvenes, tenían algún tipo de necesidad de lentes, por ser miopes, astígmatas, o hipermétropes. Pues ahora con esta cirugía y con todos estos adelantos, podemos dejar a este paciente sin necesidad de lentes para ver de lejos y con una gran sonrisa en su rostro.

Pero la historia no termina aquí, pues los pacientes quedan viendo muy bien de lejos, pero de cerca requieren de lentes. 

Recordemos que al principio explicamos la función del cristalino, esta es moverse para permitir que la persona pueda ver de lejos y de cerca, pero al formarse la catarata o mas bien, desde antes de que la catarata se formará, se pierde esta función, con lo que el paciente requiere de lentes para ver de cerca.
Bueno pues ahora los lentes intraoculares están diseñados con unos círculos concéntricos de diferente graduación, con lo que podemos hacer que algunos rayos de luz, queden enfocados para ver de cerca y otros para ver de lejos, logrando que el paciente pueda leer y manejar sin necesidad de lentes.
Resulta que la persona cuando joven requería de lentes para ver, y con la edad también los requirió para leer, después dejó de ver por una catarata. Ahora con la cirugía de la catarata vuelve a ver, sin necesidad de lentes ni de cerca ni de lejos.
¿Que sigue?
Ahora lo que se está buscando es que, el lente intraocular tenga la facultad de movimiento, como lo hacía originalmente el cristalino, logrando que instantáneamente se enfoque de lejos y de cerca. 
Se ha pensado que podríamos inyectar una sustancia que fuera móvil y que tomará la forma del cristalino original, con la graduación necesaria para que el paciente tenga la visión perfecta. pero esto último aún está en la ficción. Estoy seguro que lo veremos en un tiempo no muy lejano.

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